A principio de curso, Ricardo asignó a cada equipo un robot determinado. Nuestra tarea consistía en aprender a manejar dicho robot de forma efectiva (qué funciones tenía, cómo se manejaba, qué movimientos tenía, etc.) para después poder enseñárselo al resto de nuestros compañeros y que así pudiésemos conocerlos todos por igual. Además, estos robots formaron parte del Encuentro de Robótica Educativa que tuvo lugar el día 20 de diciembre en la Facultad de Educación de Toledo, del que que hablaremos en entradas posteriores de forma más detallada.
En concreto a mi equipo (Juan Manuel de la Rosa, Paula Reviejo y Julia Alberca) nos tocó el Quobo Robobloq, un pequeño robot caracol orientado a niños de entre 3 a 8 años que debido a su sencillo funcionamiento permite que niños de infantil lo puedan programar y jueguen con él. Este robot tiene incorporado un lector de instrucciones y trae consigo 30 tarjetas que es capaz de leer, interpretar y desempeñar la función que se indica. Además, también incorpora un mapa con el que se pueden desarrollar diferentes tipos de actividades.
Este recurso permite que los niños aprendan colores, números, direcciones, coordenadas, monumentos, entre otras cosas, además de nociones básicas de programación.
En un primer momento nos pareció que Quobo era demasiado sencillo, no obstante, una vez que aprendimos cómo funcionaba y lo supimos controlar de forma efectiva sacándole todo el potencial posible, nos dimos cuenta del amplio abanico de contenidos que se pueden aprender y trabajar con el alumnado a través de él, de forma interactiva, favoreciendo la participación activa, el interés y el desarrollo de aprendizajes significativos de forma lúdica y motivadora.
Os dejo por aquí un vídeo muy útil que explica de forma breve y sencilla las características y funciones más destacables del robot.
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